Uno de los modelos más emblemáticos de la marca italiana vuelve con todo el estilo y prestigio de 50 años atrás pero con la tecnología de hoy. Viene en cuatro versiones, una “Anniversario”.
El año pasado se cumplió medio siglo del lanzamiento de uno de los íconos de la industria motociclística italiana, la Moto Guzzi V7 con motor en V a 90º DOHC refrigerado por aire, que había diseñado el ingeniero Giulio Carcano a mediados de la década del ’60. A pesar de desarrollar otras configuraciones,
ningún otro representa a la marca como ese motor, ubicado en forma longitudinal y proyectando los 2 cilindros a ambos lados de la moto, que comenzó en 1967.
Precisamente, para celebrar los 50 años de la creación y permanencia de este emblemático motor, y también para festejar su primer año de actividades en la Argentina, el representante del Grupo Piaggio (al que pertenece Moto Guzzi desde 2004) presentó a fines de diciembre la V7 III, tercera generación del modelo, en sus versiones Anniversario, Racer, Special y Stone.
Sin dudas, la versión más codiciada es la que rinde homenaje a las 5 décadas del modelo V7, denominada precisamente Anniversario, una edición numerada limitada a sólo 750 unidades. Basada en el modelo Special V7 III, de la que se distingue por numerosos detalles como el tanque de combustible con acabado de cromo combinado con nuevo asiento en cuero genuino.
El tapón de cierre de combustible hecho de aluminio, el guardabarros de aluminio cepillado, el asa trasero de acero cromado y las llantas de rayos pulidos completan los toques de distinción. Las otras versiones son: V7 III Stone, ahora con una estética donde el rasgo de identidad es su pintura en negro mate total. Es la única de las cuatro nuevas versiones que viene con llantas de aleación y un solo instrumento de pantalla circular.
También está disponible en otros colores satinados inspirados en los tonos típicos de los años 70: Azzurro Elettrico (azul eléctrico), Verde Camouflage (verde camuflado) y Giallo Energico (amarillo energético). V7 III Special. De los modelos V7, es el que más se acerca al espíritu del original con numerosas partes
cromadas y gráficos brillantes. Tiene la típica franja de color en los paneles laterales que complementan las bandas horizontales en el tanque. Las ruedas son de rayos pulidos, el tablero son dos relojes redondos y el asa de agarre para pasajeros de acero cromado es de serie. Viene en Nero Inchiostro (tinta negra) y Blu Zaffiro (azul zafiro). V7 III Racer. Producida en edición numerada, es la versión más deportiva de la gama con tanque de combustible con acabado satinado donde sobresale el águila roja.
La deportividad se percibe en el semi-manillar y en su asiento que, si bien es para un ocupante, en esta nueva versión está aprobada para
transportar a dos personas. El “Rosso Corsa” del cuadro contrasta con el uso generalizado de aluminio anodizado en negro. La innovación técnica más importante es la incorporación de amortiguadores Öhlins, ajustables.
El motor en V, un símbolo:
A mediados de los años 60, el ingeniero Giulio Carcano diseñó el motor bicilíndrico en V a 90°, un impulsor que se convirtió en el ícono de la marca. Sobre la base de este nacieron modelos como Guzzi V7, V7 Special y otra leyenda, Guzzi V7 Sport. Este bicilíndrico también derivó en cilindradas más chicas como la V35 y la V50. La Gran Turismo por excelencia en la máxima cilindrada es la Moto Guzzi California, que llegó a equiparse con inyección electrónica y sistema de frenos
integral con tres discos. Dedicada al mercado estadounidense, montaba el típico motor de 850cc, que ahora ha sido redescubierto para la gama actual.