Test: Yamaha XTZ250Z Adventure Ténéré

Chiche Caldarella probó para NSR Motos a la versión más chica de la familia de las aventureras que debutó haciendo historia en el Dakar 40 años atrás. Es polivalente, con aptitudes para la ciudad y el off-road liviano. Y también para viajes cortos. Se produce en Brasil y su precio ronda los $ 110.000.

Cuando en la redacción surgió la idea de probar esta nueva Yamaha XTZ250Z Adventure Ténéré inmediatamente me acordé de los increíbles comienzos de esta familia de motos aventureras, siempre asociada a las competencias y a los desafíos más extremos.

La “abuela” de las actuales generaciones fue la XT500 que apareció en 1976 y que fue la moto con la que el francés Cyril Neveu ganó el primer París-Dakar en 1979. Lo notable es que este modelo dio origen a un nuevo concepto de moto, la categoría “trail” (sendero, en inglés), un auténtico boom dado que la gente podía contar con un tipo de moto que le permitía viajar por cualquier tipo de terreno.

Tal fue el éxito de este modelo, tanto en los rallies como entre el público, que en 1983 Yamaha lanzó al mercado la XT600 Ténéré, en alusión al gigantesco desierto ubicado en Níger.

La familia de este modelo creció en cilindrada –las más conocidas fueron la 750 y 1200-, y también apareció la versión Super Ténéré. Siempre la competencia fue con la otra leyenda de la aventura, la Honda Africa Twin.

Así es como el apellido Ténéré es uno de los que más historia tiene en el mundo de la moto desde hace más de 40 años.

Pero ahora hablemos, o mejor dicho, escribamos sobre la más pequeña de la familia, esta “mini Ténéré”.

A primera vista parece una moto de una cilindrada mayor al cuarto de litro, con una altura considerable, un tanque voluminoso, y una rueda delantera de 21”.

Estéticamente creo que es demasiado sobria, al menos en la versión de la prueba en dos tonos de gris. Incluso la otra opción, en azul con una línea segmentada negra, no es mucho más vistosa.

En cuanto a la posición de manejo, la distancia entre el manillar y la ubicación del piloto resulta cómoda para este estilo de motos. Los pedalines del conductor están en una ubicación equilibrada, hay que tener en cuenta que se trata de una moto on-off o sea para ir sentado cuando se circula sobre asfalto y parado en caminos de tierra o ripio liviano.

 

Un problema lo plantea la palanca de cambios dado que el extremo está bastante alejado del apoyapié y resulta dificultoso adaptarse dado que obliga a estirar el movimiento del pie para realizar los cambios, en particular los ascendentes.

El freno delantero, con disco de 245 mm y caliper de 2 pistones, da un poder de frenado progresivo y eficiente en función de la presión ejercida por la mano derecha. Y el trasero, con disco de 203 mm y un solo pistón brinda la docilidad necesaria para facilitar las maniobras en tierra, por ejemplo un bloqueo para realizar un retome rápido.

Las cubiertas Metzeler, 21” adelante y 18” atrás, de uso mixto, brindan un grip acertado tanto para el asfalto como para la tierra.

La suspensión delantera de 220 mm copia adecuadamente las imperfecciones del camino, sobre todo en off-road. Cuando la exigí con una frenada me transmitió seguridad dado que la horquilla se comprime como para poder transportar la carga hacia la rueda delantera y así poder llevar la moto por donde uno quiere.

La suspensión trasera con carga de resorte regulable acorde al peso del piloto  permite adaptarla a las necesidades del pilotaje ya sea en ciudad como en terrenos desparejos.

Si bien el tablero digital es completo para este tipo de moto cambiaría el cuentavueltas por un indicador de marcha colocada. Primero porque me resulta más útil saber en qué cambio se viaja, y segundo porque el indicador de rpm no es visible con claridad dado que tanto los números como las líneas son muy pequeños y no se ven de día y menos de noche.

Otro tema es la altura del asiento al piso. Con una distancia de 865 mm esta moto no es para cualquiera. Me atrevo a decir que una persona de 1,65 no va a estar cómoda sobre todo en terrenos desparejos que lo obliguen a bajar los pies con frecuencia.

La contracara está dada por el equilibrio que tiene la moto llevándola a su máxima velocidad -135/140 km/h de tablero-, mantiene su línea de marcha en todo momento y no hace falta corregir la trayectoria. Esto se debe al buen diseño del carenado y del parabrisas que permiten deflectar el viento sin desacomodar a la moto ni al piloto.

El tanque de combustible elevado, de 16 litros, tipo joroba, mantiene el estilo de sus hermanas mayores. El consumo ronda los 28,5 kilómetros por litro lo que le otorga una autonomía envidiable.

Vamos a los comandos. El embrague es de accionamiento cómodo dado que tiene un punto de despegue que no provoca salidas bruscas ni vibraciones

El acelerador me resultó bien calibrado en cuanto a su dureza dado que permite llevar la moto a baja velocidad sin alteraciones en la marcha.

Esta Yamaha monta motor monocilindro de 249 cc, con un solo árbol de levas a la cabeza, refrigerado por aire y aceite, con inyección electrónica, que entrega su máxima potencia de 21 CV a 8.000 rpm y un torque de 20,5 Nm a 6.500 rpm.

El impulsor me resultó agradable con una entrega de potencia progresiva, sin baches, aunque siempre trabaja en altas rpm.

Por tratarse de un motor vueltero, donde la máxima potencia se obtiene a las 8.000 rpm y el corte de las marchas se ubica en las 9.500 rpm, creo que le vendría muy bien una marcha más para poder circular en ruta con mayor soltura y desahogado. Con la quinta colocada siempre da la sensación que el motor pide subir un cambio.

Si bien esta XTZ250Z es una moto polivalente, creo que se siente más cómoda (y el piloto también) en ruta en un viaje relativamente corto, unos 300/400 kms, o bien en un off-road liviano (tierra) antes que esquivando autos en las congestionadas calles del centro porteño.

Datos técnicos

249 cc

Motor: monocilíndrico de 4 tiempos, un solo árbol de levas a la cabeza, refrigerado por aire, alimentado por inyección electrónica, asociado a una caja de 5 marchas. Le vendría muy bien una 6ta.

21”

Rodado: la rueda delantera marca el comportamiento de la moto, sobre todo en off-road con una medida muy apropiada. La suspensión de 220 mm de recorrido copia bien y el disco de 245 mm es efectivo.

Tablero

Minimalista: cumple con la información mínima para este tipo de moto. Sin embargo, la pantalla es muy pequeña y apenas se ven los números de las rpm. Debería tener un indicador de marcha.

Herramientas

Mini taller: la dotación del kit es muy completa y sirve para trabajar con cualquier emergencia que se presente con 5 medidas de llaves fijas, destornillador reversible, sacabujías, pinza y 2 llaves allen.

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