X Alejandro Fischer
La CAM reúne a una docena de empresas, básicamente importadores de primera línea pero también ensambladores. Su actual presidente, Marcos Giordano, en representación de Suzuki, habló sobre los principales temas del sector.
¿Cuáles son los principales problemas que tiene el sector de la moto?
Hay cuestiones arancelarias, impositivas, financiamiento para la venta de motovehículos, temas ligados a la seguridad, o sea el enseñarle a la gente a manejar responsablemente una moto, el terminar con la estigmatización del “motochorro”, que es un problema que le impacta gravemente al sector.
¿Cómo evaluas el hecho de que se haya instalado esta cuestión del casco con la patente, los chalecos y las limitaciones para circular?
Además de la discriminación lo veo como un retroceso. Vamos a lo práctico, alguien tiene más de una moto, cuántos cascos y chalecos tiene que tener. Por
ejemplo, los cascos de buenas marcas pierden la garantía si se les aplica otra pintura. Hemos hechos estas presentaciones al Gobierno pero no pasó nada.
¿Y por qué no pasó nada?
Porque tomaron modelos de otros países pensando que eran válidos y en esos países no funcionaron. Además Bullrich (Patricia, ministra de Seguridad
de la Nación) tenía que sacar algo para calmar a la prensa que la estaba atosigando con el tema de los motochorros.
¿Por qué crees que se restringe en lugar de controlar?
Controlar y verificar sería lo ideal. Pero hay otro problema, ¿por qué decirle motochorro y así descalificar al que usa un vehículo?. Con ese criterio habría que
llamar bicichorro o autochorro al que usa bicicleta o auto para delinquir. Esta es una forma de auyentar al que quiere comprar una moto para movilizarse porque
tiene miedo a la estigmatización. Lo mismo pasa con los deliverys. Hay algunos que hacen bien su trabajo y otros que no. Entonces hay que tener la voluntad
de controlarlos ejerciendo debidamente el poder de policía.
¿Por qué las cámaras del sector no pudieron revertir el impuestazo?
Una porque este gobierno necesitaba sacar una medida para demostrar que hacía algo por la seguridad. Y con los aranceles porque teníamos criterios diferentes.
Con el impuestazo, ¿las ventas de motos de mediana y alta gama bajaron?
Sí, eso es lo que ha sucedido.
¿Cómo está el mercado de la moto?
Sigue mostrando una tendencia creciente pero en el segmento que está por debajo de 250 cc. Todo lo que está por encima de esa cilindrada mermó su crecimiento básicamente por el cambio de la alícuota en el impuesto interno. Hasta el 31 de diciembre pasado, el impuesto interno para una moto con precio superior a los 70.000 pesos era del 10 % nominal y del 11,11 % efectivo. Desde el primero de enero, la alícuota es del 20 % nominal, 25 % efectivo. Ahora, la base
imponible se ubica en 140.000 pesos, donde entra la gran mayoría de las motos de 250 cc hacia arriba. Se nota claramente que le pegó más fuerte a las
motos por encima de 400 cc. desde esa cilindrada hacia arriba la caída de los patentamientos es no menor al 35 %, una baja importante. Sobre todo porque en
2016 y 17, las empresas invirtieron mucho dinero en desarrollar nuevos modelos, hacer crecer el mercado, inversiones en imagen, presencia, publicidad, y
hoy se encuentran con que el mercado tomó una tendencia descendente por una mayor presión impositiva.
¿Qué hizo la CAM con este tema?
Desde noviembre trabajamos mucho sobre este cambio en la alícuota trasladándole a distintos funcionarios de gobierno nuestras preocupación mediante
mails, informes, entrevistas, reuniones, etc., avisándoles que iba a pasar lo mismo que en enero de 2014 cuando se duplicó brutalmente este impuesto dado que estimamos que algo similar iba a suceder en este caso. Y no nos equivocamos. Les propusimos alternativas intermedias en donde coincidieron no sólo nuestra entidad sino también CAFAM y ACARA. Pero no nos escucharon y las ventas están cayendo.
Este nuevo impuestazo a la moto, ¿se trasladó a los precios?
Ninguna marca trasladó el impacto pleno a los precios porque si no las ventas iban a caer muchísimo más. El incremento en la alícuota del impuesto desde el 11,11 % efectivo al 25% efectivo genera un aumento en los precios al consumidor del 11 o 12 % dependiendo la marca y el valor de la moto. El aumento
real que trasladaron las terminales no superó el 6 o 7 %. Las marcas fueron las que absorbieron esa diferencia, sea por menor rentabilidad u otra reducción. Mira
la paradoja, tras el reacomodamiento de los impuestos internos hoy un auto recién empieza a pagar el tributo a partir de 900.000 pesos antes de impuestos.
Pero por otro lado, una moto que previo impuesto cuesta 140.000 pesos, tiene que tributar el impuesto porque el Gobierno la considera de alta gama. Es una barbaridad y una inequidad absoluta. Con esta medida frenaron el desarrollo de la media gama que es el paso lógico de evolución y crecimiento de la gama baja.
¿Por qué hay una división entre las entidades de la moto?
Hay dos entidades, CAM y CAFAM. Esa división existe debido a que en algún momento empresas que estaban asociadas a CAM, como Honda y Yamaha,
y ante un conflicto específico como fue el ingreso de motos del área aduanera especial de Manaos, se generó una convulsión interna. Otros asociados no
entendían cómo esas marcas tan poderosas traían motos de una zona de puerto libre sin pagar aranceles. Esto sucedió en 1999, las dos marcas se fueron
y de esa división surgió CIFEMA. Luego derivó en otra cámara para terminar en la actual CAFAM, en 2012. Curiosamente, las que hoy tienen mayor nivel de integración son estas 2 marcas, y Honda más aún.
¿Crees que en algún momento puede haber una reunificación?
No porque hay una cuestión de conceptos. Si bien tenemos buen diálogo con CAFAM y hemos hecho algunas acciones en conjunto como discusión de
cuestiones impositivas, sobre emisiones, o normativas de seguridad vial en otros temas no coincidimos. Nosotros buscamos cierta equidad para con los
importadores pero la realidad es que CAFAM tiene en su mayoría empresarios argentinos que sólo buscan llevar agua para su molino. Y ahí es difícil que
compatibilicemos como por ejemplo lo que fue el cambio de la ley arancelaria a mediados del año pasado.
Precisamente, ¿no crees que esta atomización de la dirigencia conspira en contra del sector de la moto?
Sí, es cierto. La cuestión es que del otro lado deberían dejar de ver a los importadores como el enemigo. Y entender que éste es un mercado grande en el cual todos podemos participar. Y que, de alguna manera, la mejor forma de hacerlo crecer es que todos empujemos por políticas nacionales que sean acordes a lo
que el sector necesita. No mirar sólo lo que le conviene al bolsillo de cada uno.