Test Benellli TNT 600 GT: una turismo para todos los días

Por Chiche Caldarella

La compañía china Qianjiang Group, dueña también de Keeway, compró la marca italiana Benelli en 2005 e invirtió mucho para revitalizarla y lanzar nuevas líneas de modelos. Pero los nuevos desafíos comerciales, como vender en mercados masivos como América Latina o Asia, han motivado que la filosofía de construcción no sea la misma que la empleada por la marca en Italia.

La Benellli BN 600 R fue el primer modelo “made in China” de la emblemática marca italiana. Y luego lanzó la versión 600 GT una sport-turismo con semicarenado y una relación calidad/precio llamativa.

Al contrario que en la versión R, ésta ya no pasa por el filtro de los responsables de la fábrica de Pesaro (Italia) en cuanto a componentes finales para los modelos comercializados en Europa y otros mercados maduros. En lugar de los frenos Brembo, horquilla Marzocchi y amortiguador Sachs, la Benelli BN 600 GT incorpora equipos de origen chino, para bajar su costo y hacerla más competitiva.

A primera vista, lo que me llamó la atención fue el semicarenado que ensancha la apariencia de la moto y que es un rasgo de identidad. Detrás están los tubos de acero enrejados que forman parte del bastidor y solo deja a la vista la sección media-baja hecha en aluminio fundido.

El motor se utiliza como un elemento portante y de refuerzo, y el resultado es menor peso y mayor rigidez. El carenado protege de los elementos al conductor y deriva bien el flujo de aire.

El impulsor de 600 cc es un tetracilíndrico, con doble árbol de levas a la cabeza, 16 válvulas, refrigeración líquida e inyección electrónica que entrega 82 CV de potencia a 11.000 rpm y un torque de 56,7 kgm a 8.100 vueltas, asociado a una caja de seis velocidades.

Creo que un inconveniente para el conductor son los pedalines porque le falta el resorte que los mantiene en la posición extendida automáticamente. Muchas veces queda arriba y cuando el piloto baja el pie para apoyarse no está generando cierta inestabilidad.

Otro tema de diseño son los espejos, que terminan en punta hacia afuera precisamente en la zona donde mejor visibilidad debe tener el conductor. Además, esa punta es un potencial riesgo en caso de accidente.

El motor tiene una buena entrega de potencia a bajas revoluciones con un ascenso progresivo con marchas muy elásticas y el pasaje de cambios me resultó suave porque se pueden subir o bajar las marchas sin tocar el embrague. El sonido del escape es agradable, a medida que suben las rpm el sonido se afina.

Un tema a revisar es la suspensión delantera que no tiene regulación y puede resultar un inconveniente en el caso de una frenada exigida, donde el peso de la moto y del pasajero se traslada al eje delantero. La suspensión podría hacer tope y resultar una frenada que no copia las imperfecciones del piso. La trasera es hidráulica con precarga del resorte y es correcta. El radio de giro es muy acotado.

Los discos flotantes de freno de 300 mm con 4 pistones adelante y 2 atrás con disco de 260 mm. aseguran una frenada sostenida pero el gran déficit para una moto de 600 cc es que no cuente con ABS.

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